La tecnología 5G aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados. En otras palabras: estaremos conectados a todo y durante todo el día. Pero, ¿no será perjudicial?
Qué es tecnología 5G
La terminología de 5G se refiere a la quinta generación de redes móviles que conocemos. La tecnología 1G, la de aquellos primeros teléfonos móviles que solo permitían hablar. La tecnología 2G introdujo los SMS. Con la tecnología 3G e incorporación de Internet, nuestro ‘smartphone’ se convirtió en una herramienta de comunicación cada vez más amplia. Después llegó la banda ancha (4G), lo que trajo consigo la reproducción de vídeos en tiempo real (streaming) o la realidad aumentada. Ya estamos muy acostumbrados a estos cambios, pero que hace unos años eran completamente inviables.
Cómo cambiará el mundo 5 G
El cambio muy significativo es la velocidad. El 5G permitirá navegar hasta a 10 GBps (gigabytes por segundo), que se traduce en 10 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado. Por ejemplo, a ese ritmo se podrá descargar una película completa en cuestión de segundos.
Además, la latencia, que es el tiempo de respuesta de la red, también experimentará un cambio significativo. Según los operadores, esta podría reducirse a 5 milisegundos, un período casi imperceptible para los humanos, lo cual nos permitirá conectarnos prácticamente en tiempo real.
Gracias a esta nueva tecnología podremos, por ejemplo, aumentar muchísimo el número de dispositivos conectados. Vehículos, robots industriales, mobiliario urbano o cualquier dispositivo electrónico que tengamos en casa podrán conectarse y compartir información en tiempo real.
Posibles peligros para la salud de la tecnología 5G
«Los estudios realizados hasta la fecha no indican que la exposición ambiental a los campos de RF (radiofrecuencia) aumente el riesgo de cáncer o de cualquier otra enfermedad» afirma la OMS.
Sin embargo, desde ciertas organizaciones alertan de los posibles peligros para la salud de las ondas de telefonía móvil.