El recibo del consentimiento es una más de las seis bases legitimadoras sobre las que un responsable puede realizar un tratamiento de datos personales. Sin embargo para que sea válido deben darse una serie de requisitos y, además, el responsable deberá ser capaz de demostrar que el interesado consintió el tratamiento de sus datos personales.
Cómo debe ser el consentimiento
Tal y como se describe en las Directrices sobre el consentimiento en el sentido del Reglamento 2016/679 el consentimiento debe ser “libre, específico, informado e inequívoco”. Además, debe ofrecerse control al interesado sobre el mismo y darle la posibilidad de aceptar o rechazar los términos bajo los que se presta.
Iniciativa Kantara
Esta iniciativa pretende desarrollar un estándar de privacidad que permita registrar el consentimiento en un formato común, estructurado, abierto e interoperable, basado en los códigos y buenas prácticas de la industria. También pretende que sirva para proporcionar al interesado un ‘recibo’ de los tratamientos en los que consiente y le permita poder ejercer fácilmente sus derechos:
- rastrear los consentimientos prestados,
- conocer cómo se procesó su información,
- saber a quién responsabilizar en el caso de una brecha de seguridad.
De esta forma, se ayuda al responsable a implementar una auténtica gobernanza de los consentimientos recabados y garantizar la trazabilidad de estos a lo largo de todas las fases del tratamiento:
- recogida,
- tratamiento,
- retirada,
- comunicación a terceros
En este sentido, la iniciativa Kantara es una alianza, sin ánimo de lucro. Reúne a varias de las compañías mundiales que trabaja en mejorar el uso confiable de la identidad y los datos personales a través de la innovación, la estandarización y las buenas prácticas en el dominio de la gestión de la identidad digital y la privacidad de los datos.
Recibo del consentimiento en un único registro
Más aún, un registro interoperable de consentimientos abre la posibilidad de una interacción ágil y flexible entre responsables y encargados cuando sea necesario garantizar que se cumplen con todos los requisitos para que un tratamiento y que el consentimiento sea legítimo.