Estamos en la búsqueda de un equilibrio entre el uso legítimo de la información y el respeto a los derechos individuales. Existen estrategias encaminadas a preservar la utilidad de los datos al tiempo que se respeta la privacidad de los individuos. Una de ellas es la privacidad diferencial, que pretende establecer garantías de protección de datos desde el diseño mediante la implementación práctica de estrategias de abstracción de la información.
Qué es privacidad diferencial
Es evidente el valor estratégico de los datos personales para empresas y organizaciones. Sin embargo, hay riesgo que el tratamiento masivo de datos personales supone para los derechos y libertades de los individuos. Por ello, es preciso establecer las garantías necesarias para que los tratamientos que realizan los distintos responsables no supongan una injerencia en la privacidad de las personas. La privacidad diferencial es una de esas estrategias que puede proporcionar esta garantía.
Privacidad desde el diseño
La privacidad diferencial puede encuadrarse dentro de una de las técnicas de mejora de la privacidad, o PET (Privacy Enhancing Technologies). Estas técnicas están dirigidas a establecer garantías de protección de datos desde el diseño mediante la implementación práctica de estrategias de abstracción de la información.
Consecuencias de adoptar esta estrategia
Esta estrategia busca proteger los resultados del análisis de la información, que se divulga. Por tanto, no altera los datos de origen, sino que actúa sobre el proceso de transformación o algoritmo de consulta y publicación de los datos analizados.
Como consecuencia, y a diferencia de otras técnicas de garantía de la privacidad, no se requiere un análisis detallado de otras posibles fuentes de datos. Con esta técnica, la estrategia de mejora de la privacidad de la información se centra en el proceso de análisis de los datos empleado y no en las características de los datos en sí.
Pueden consultar el artículo completo publicado por la AEPD en el siguiente enlace.