La brecha digital es una desigualdad existente entre las personas o regiones geográficas a la hora de acceder a las TIC que son tecnologías de la información y la comunicación.
Sin embargo, como ocurre en otros ámbitos de la sociedad, cuando a esta brecha le aplicamos la variante del género, vemos que existe también una brecha de género digital. Se extiende por todo el mundo en diferentes grados.
Los tipos de la brecha digital de género
En realidad no hablamos de una única brecha digital de género.
Como ocurre con otras brechas, las causas de la desigualdad de género en el ámbito digital difieren, porque tienen que ver con diferentes momentos y desarrollos de la sociedad en la que se producen y el papel y posición de la mujer en ellas. Podemos distinguir:
- Acceso
- Uso
- Calidad de uso
Consecuencias
Una de las principales consecuencias es el acceso al empleo. Con puestos de trabajo cada vez más especializados, especialmente en los campos de las TIC, carecer de competencias digitales suficientes supondrá un problema para que las mujeres encuentren trabajo o, cuando lo encuentren, se encontrarán con nuevas brechas laborales.
Otra consecuencia es la falta de referentes femeninos en estas profesiones. Este hecho hace complicado que las niñas y adolescentes se interesen en concreto por este campo. Por lo tanto, no se trata de un problema de acceso, sino de estereotipos todavía existentes.
Medidas para combatirla
- Acabar con los estereotipos y los roles de género desde el ámbito de la educación.
- Visibilizar el papel de las mujeres en las TIC.
- En países desarrollados, promover programas de formación en TIC entre las mujeres que carecen de ellos.
- Promover la donación de equipos desde los países desarrollados para conseguir el acceso a las TIC.
- La implantación del plan de igualdad para empresas tecnológicas en las que las mujeres están infrarrepresentadas.
Mitigar la brecha digital
En definitiva, la brecha digital de género es un problema presente en todas las sociedades a día de hoy.