Los ciberdelincuentes no entienden de emergencias sanitarias a nivel global. Ellos aprovechan de cualquier situación para obtener un beneficio, como la actual del COVID-19. El estrés que están sufriendo en estos momentos los sectores como sanidad, logística o industria hace que los ciberataques son más atrayentes y mucho más peligrosos. A menudo utilizan técnicas de la ingeniería social para conseguir sus objetivos.
Qué es ingeniería social
Ingeniería Social consiste en persuadir a una persona para influenciarla en sus acciones. En otras palabras, es la manipulación de personas solicitándoles a ejecutar determinada acción, que las lleva a ser víctimas de un delito informático.
Ataques basados en ingeniería social
Los ciberdelincuentes tienen principalmente dos métodos para vulnerar la seguridad de las organizaciones:
- valerse de configuraciones deficientes,
- técnicas generalmente más costosas,
- atacar a los empleados mediante técnicas de ingeniería social,
- etc.
Pautas para identificar técnicas basadas en ingeniería social
Sabiendo identificar los indicios de un ataque de ingeniería social, se reducirán muchos riesgos de que se produzca un incidente de seguridad.
- Urgencia. Insta a las posibles víctimas a hacer una determinada acción, como abrir un enlace o descargar un adjunto, lo más rápido posible para no darles tiempo de valorar si la comunicación es legítima o no. La técnica más utilizada para estos casos es phishing.
- Autoridad. Esta estrategia está basada en utilizar entidades, personalidades reconocidas o incluso miembros de la propia organización para forzar al usuario a realizar la acción maliciosa.
- Voluntad de ayudar. En los momentos difíciles como lo son estos momento, somos más susceptibles a este tipo de mensajes.
- Gratuidad. Nada llama más la atención que algún producto o servicio gratis, los ciberdelincuentes lo saben y utilizan constantemente esta estrategia.
Correos fraudulentos. Otros factores a comprobar
Hay que prestar especial atención a:
- Remitente. La dirección de donde proviene, debe coincidir con la organización a la que representa.
- Adjuntos. No abrir los archivos adjuntos si dudamos de su procedencia.
- Enlaces. También pueden suponer peligro.
- Firma y ortografía.
Si tienes dudas sobre la legalidad de un correo, tienes más información en el siguiente enlace.
Pidan presupuesto sin compromiso de implantación de la normativa vigente