Las fuentes de información son lo que normalmente asociamos con los trabajos de investigación o los trabajos académicos. Sin embargo, actualmente, la mayoría de nosotros acudimos a ellas para informarnos o simplemente para entretenernos y no somos realmente conscientes de ello.
¿Qué son las fuentes de información?
Son los recursos de los que podemos extraer información sobre:
- un tema,
- materia,
- objeto,
- personaje,
- animal,
- evento,
- etc.
que nos interesa o que estemos estudiando o investigando.
¿Cómo pueden ser?
Pueden ser documentos, obras de arte, páginas web, imágenes, vídeos, grabaciones de audio, etc., siempre que contengan información relevante para el tema que estemos tratando. Podemos encontrar mucha información distinta en internet y en soportes físicos y audiovisuales. Inclusive las personas, en determinadas circunstancias, pueden ser consideradas fuentes de información.
Tipos de fuentes de información
Se clasifican en los siguientes tipos principales en función de su cercanía a los hechos y el nivel de análisis o interpretación que se hace de la información.
Primarias. Son aquellas que contienen la información original, sin alterar y sin interpretar.
Secundarias. Son aquellas en las que se interpreta, analiza o se modifica de alguna forma la información basándose en las primarias.
Terciarias. Contienen datos que se extraen de fuentes primarias y secundarias y se depura para transmitirla.
Cómo saber si son fiables
Siempre es importante saber si estamos ante datos fiables. Gracias a internet abunda mucha información de fácil acceso que no suele ser completamente fiable, ya que muchas veces contiene información errónea, sesgada o directamente falsa. Hay que comprobar la autoridad de la misma, la actualidad de la información, la objetividad, etc. Y también tendríamos que contrastar dicha información con otras fuentes.
Deberíamos ser mínimamente críticos con las fuentes de información que consultamos, sobretodo si vamos a darle algún uso a esa información.