En un mundo en el que la tecnología va avanzando y evolucionando de forma imparable, es lógico que todo se vaya con la rapidez imparable. En los últimos años, ha aumentado el ratio de dispositivos por habitante, lo que, a su vez, se traslada al ámbito profesional. El hacking ético es una buena herramienta para protegernos.
Ventajas del hacking ético
Son muchas las ventajas que aporta el uso de la tecnología al mundo de la empresa:
- reduce los errores en los procesos,
- disminuye los costes,
- impulsa la innovación,
- estimula la competitividad y la productividad,
- facilita la gestión de la información,
- etc.
Por eso, la mayor parte de las empresas están llevando a cabo auténticos procesos de digitalización. Pero, al igual que los beneficios son innumerables, los riesgos derivados de su uso y aplicación, también lo son.
Cómo podemos evitar los riesgos
Para empezar, debemos cambiar el concepto negativo que normalmente asociamos al término hacker. No son ellos los que se dedican a cometer delitos online, sino los ciberdelincuentes. Bajo la denominación de ‘hacking ético’ se recogen todas las conductas que pretenden buscar las vulnerabilidades o fallos en los sistemas informáticos de las empresas para protegerlas frente a futuros ataques de ciberdelincuentes.
Pentesting
Para ello, utilizan pentesting que es un conjunto de pruebas de penetración. Con ellas comprueban el funcionamiento de los procedimientos de seguridad de una red o dispositivo con el objetivo de hallar vulnerabilidades. Estas pruebas de penetración siguen unas fases:
- Recolección. Consiste en recolectar toda la información que sea posible.
- Escaneo. Se realiza un análisis de vulnerabilidades de los sistemas.
- Acceso y explotación. Se intenta explotar las vulnerabilidades encontradas.
- Reporte. Se crea un reporte con los detalles de la prueba.
Beneficios del hacking ético
- Mejorar la ciberseguridad detectando posibles vulnerabilidades y, en consecuencia, aportando soluciones eficaces para evitarlas.
- Impedir que los equipos de la empresa queden inutilizados, reforzando los protocolos de seguridad.
- Prevenir el espionaje corporativo y mantener toda la información sensible de la empresa bajo salvaguarda, cumpliendo con ello el Reglamento de Protección de Datos.
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