Debido a la nueva normalidad y las exigencias en materia sanitaria, se ha producido un cambio. Entre las medidas acordadas, destacan la eliminación de las cartas de menú en el sector de la hostelería y la restauración, o de los trípticos informativos en museos u oficinas de turismo, entre otras.
Entre las alternativas que se han presentado para sustituir estos elementos, tenemos las aplicaciones para dispositivos móviles o el uso de códigos QR (en inglés Quick Responde o de respuesta rápida). Gracias a estos cambios se evita que los clientes o usuarios mantengan contacto físico con todos aquellos elementos que pueden ser utilizados por más de una persona.
Qué son los códigos QR
Los códigos QR se componen de módulos bidimensionales compuestos por puntos diferenciados entre sí por colores de un alto contraste en los que se almacena distinta información. Pueden ir desde unos pocos caracteres hasta varios miles. Algunos expertos lo consideran una evolución del tradicional código de barras.
Además se encuentra estandarizado por la norma ISO/IEC 18004:2015.
Algunos usos de los códigos QR
Entre los usos que pueden tener destacan:
- La inserción de un enlace para acceder a un sitio web que almacena productos de su establecimiento.
- La inserción de la información de la red de una conexión wifi.
- El acceso directo a la descarga de aplicaciones en mercados oficiales o de la web del fabricante.
- Protección de contenido alojado en documentos confidenciales.
- Etc.
Amenazas y riesgos a través de códigos QR
Entre los riesgos destacan los siguientes:
- Ataques de tipo phishing (Qrishing).
- Descarga de malware o inyección de código malicioso.
- Qrljacking o secuestro de sesión.
- Etc.
Consejos y recomendaciones
Entre las recomendaciones y buenas prácticas destacan:
- Comprobar de forma frecuente que los códigos QR de tu negocio no han sido cambiados ni modificados por terceras personas.
- Elegir un generador de códigos QR o un servicio que ofrezca las suficientes garantías de seguridad en materia de generación de códigos QR, enlace correcto al servicio, etc.
- Comprobar que el código QR redirige a la página indicada, es decir, que apunta a la página o servicio que dice apuntar.
- Deshabilitar la apertura automática de enlaces al escanear un código QR.
- Chequear que la URL es de un sitio confiable.
- No divulgar el código QR por redes sociales ya que podrías ser víctima de un fraude.