En un mundo actual, donde los asistentes virtuales son cada vez más parte de nuestros hogares, la preocupación por la privacidad es muy grande. ¿Es posible que Alexa, el asistente de Google o Siri saben más de lo que pensamos? En este artículo descubriremos como funcionan estos dispositivos y cómo podemos proteger nuestra privacidad.
Los asistentes virtuales y su funcionamiento
Los asistentes virtuales se activan cuando detectan palabras como «Oye Siri», «Ok Google», o «Alexa». Hasta entonces, el dispositivo está en modo de escucha pasiva, esperando su activación. Esto significa que están escuchando constantemente. Lo que también hacen otros dispositivos como los teléfonos inteligentes o hasta los porteros automáticos.
El funcionamiento de estos sistemas se basa en un algoritmo que funciona de forma local. Es decir, no es procesado en la nube o en un servidor, estos dispositivos tratan de buscar diferentes patrones que se correspondan de manera acústica a la palabra de activación.
Una vez activados, los comandos se procesan en la nube donde para generar una respuesta adecuada. Este proceso les permite ofrecer respuestas más precisas y personalizadas.
Preocupación sobre protección de datos
Existen algunos casos concretos donde las grabaciones fueron utilizadas de manera inesperada. Esto provocó una reacción pública y medidas correctivas por parte de las empresas implicadas. Estos casos han incrementado la vigilancia y la presión sobre las compañías para mejorar las políticas de privacidad.
Asistentes virtuales y medidas de seguridad
Una de las medidas es utilizar los ajustes de la configuración de privacidad. Los asistentes virtuales permiten a los usuarios modificar cómo se recoge y se utiliza la información. Entre las opciones disponibles, los usuarios pueden:
- Desactivar las grabaciones.
- Control de terceros.
Entre las revisiones de historial hay las siguientes posibilidades:
- Eliminar grabaciones antiguas.
- Configurar la eliminación automática.
Más información en el siguiente enlace de INCIBE.