Pese a los avances en la evolución de la sociedad respecto a la igualdad de género, lo cierto es que todavía persisten ciertos estereotipos de género en la publicidad y, por consiguiente, el sexismo. Mediante estos estereotipos, se sigue transmitiendo cómo debe comportarse la mujer y qué papel debe ocupar.
Sexismo y responsabilidad
La responsabilidad de acabar con la publicidad sexista recae en las agencias de publicidad y en los anunciantes. Es decir, las empresas que recurren a estas agencias para crear sus campañas publicitarias.
Ejemplos de publicidad sexista
Serían ejemplos de publicidad sexista:
- anuncios de productos de limpieza protagonizados por mujeres,
- anuncios en los que el cuidado de los niños sea tema central y que solo aparezca la mujer,
- algo más sutiles, los anuncios de productos cosméticos, cuidado de la piel y el cuerpo que están destinados a mujeres
- etc.
Cómo identificar sexismo
Es importante saber cómo identificar el sexismo en la publicidad. Se trata de hacer una reflexión sobre la propia publicidad y cómo esta representa a la sociedad a la que está dirigida. Reconocer la publicidad sexista del pasado es sencillo, porque la miramos desde la perspectiva actual.
Sin embargo, reconocer el sexismo en la publicidad actual puede resultar algo más complejo. En la mayoría de los casos no es intencional. En parte, se limita a representar a la propia sociedad y aquellos sesgos sexistas más asentados, no desterrados del todo todavía. La causa es que siguen presentes en la sociedad y la publicidad los sigue reproduciendo.
Cómo evitar hacer la publicidad sexista
Evitar crear publicidad sexista significa reconocer las señales en los anuncios que se crean y evitarlas. Aplicar la perspectiva de género y tener equipos creativos más diversos ayudará a detectar estos estereotipos y sesgos y a evitarlos en la publicidad. Para evitar este tipo de publicidad es útil: no utilizar roles de género tradicionales, no colocar los personajes femeninos en roles de inferioridad, no excluir a las mujeres de tomas de las decisiones importantes, relacionar los éxitos de mujeres con los estándares de belleza concretos, etc.