El principio de minimización del RGPD es parte de las normas que cualquier empresa que trate datos personales debe seguir a la hora de tratar los datos de personas físicas.
El principio de minimización de datos
En concreto, este principio nos dice que solo podemos recabar aquellos datos mínimos que son necesarios para cumplir con la finalidad prevista. También se refiere al plazo de conservación que ha de ser mínimo necesario para cumplir esa finalidad.
Objetivo del principio
La minimización de datos RGPD cumple con diferentes propósitos de cara a los usuarios. Su principal objetivo es que las empresas no recaben, traten y almacenen más datos personales de los necesarios y durante un período de tiempo indefinido que no sea demasiado largo. Especialmente debido a los riesgos que esto puede suponer para los derechos y libertades de los interesados.
Qué supone en práctica
En la práctica, tal y como establece el consentimiento del RGPD que ha de ser expreso, inequívoco, informado y libre, para las entidades la minimización de datos supone que los datos que se van a tratar no pueden ser más que los requeridos para cumplir con las finalidades concretas de las que se haya informado a los interesados previamente y para las que hayan dado su consentimiento.
En cuanto a los usuarios, es decir, el principio de minimización implica aumentar el control y derechos que tienen sobre sus datos personales.
Cómo aplicar el principio de minimización
Para aplicar el principio de minimización de datos, el responsable del tratamiento debe aplicar las medidas técnicas y organizativas necesarias. El objetivo de estas medidas es poder garantizar que los datos personales recogidos sean los mínimos para cumplir los fines específicos, tal y como recoge el artículo 25.2 del RGPD.