La sextorsión (extorsión sexual) es una forma de superposición física y mental para extorsión y explotación sexual. Con esta técnica una persona es inducida o chantajeada, generalmente por aplicaciones de mensajería por Internet. Se realiza mediante sexting, con una imagen o vídeo de sí misma desnuda o realizando actos sexuales.
Amenaza cibernética
La sextorsión es una de las principales amenazas cibernéticas, Hay dos tipos:
- Se basa en una relación de confianza compartiendo fotos o vídeos íntimos que acaban en un chantaje con publicarlas a cambio de alguna cantidad económica del extorsionador.
- En el segundo tipo, se emplea la ingeniería social para acceder al contenido de manera ilegal en los dispositivos de la víctima. Una vez conseguido, se lleva a cabo el chantaje.
Si eres víctima de sextorsión
En este artículo publicamos algunas recomendaciones:
- No ceder bajo ningún concepto al chantaje, no hay garantías de que no vuelva a pedir dinero, de que haga público el video o ambas.
- Aunque pueda ser desagradable o incómodo, hay que obtener todas las evidencias de la extorsión. Para ello es recomendable usar testigos online, como la herramienta eGarante.
- Puede recibir correos electrónicos o mensajes fraudulentos de los estafadores, haciéndose pasar a su vez por organizaciones como la Interpol. Se debe ignorar estos correos electrónicos y no ceder a la presión.
- Denunciar ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aportando tantas pruebas como sea posible.
- Configurar la privacidad de las redes sociales, lo más restrictivas posible, evitando que desconocidos puedan acceder a la información personal.
- No aceptar nunca contactos de desconocidos, no se sabe quién puede estar detrás de un perfil.
- Denunciar el video ante la red social donde esté alojado para que procedan a su eliminación.
Tienen más información en el siguiente enlace de INCIBE.
En España el delito de sextorsión afecta a 6.000 personas y sólo tres de cada diez lo denuncian ante las autoridades.