Las cookies son pequeños archivos que las páginas web que visitamos descargan en nuestro navegador con diferentes propósitos. Lo hacen en función del tipo de cookie del que se trata; las hay técnicas, que son las que permiten que nuestra experiencia al navegar por al web sea mejor y las hay de terceros con diferentes objetivos, casi siempre relacionados con la generación de estadísticas, recolección de datos sobre nuestros patrones de navegación, búsquedas, sitios que visitamos habitualmente, etc. Cookies zombie y super cookies aparecen a menudo juntas y se puede llegar a pensar que son lo mismo, puesto que su funcionamiento e intención es similar.
Qué son las super cookies
Cabe destacar que las super cookies no se almacenarán en tu navegador como el resto de cookies. Se «posicionan» entre nuestro ISP (proveedor de servicios de Internet) y la web que vamos a visitar. Cuando accedemos a la web, el ISP nos asigna un Encabezado de Identificador Único o UIDH (por sus siglas en inglés). Es de una pieza de código que funciona a modo de matrícula, permitiendo a otros sitios web que visitemos identificarnos por medio de él.
El problema de esta super cookie es que no se elimina, porque no se almacena en ningún sitio de nuestro equipo, sino que se mantiene siempre que volvemos navegar por Internet usando nuestro ISP.
Qué son las cookies zombie
Como decíamos, las cookies zombie son un tipo de super cookie que tampoco se instalan en el navegador, sino en otros sitios del mismo. Puede ser el historial de navegación, a caché o hasta los códigos de color RGB que se emplean en el navegador. Se instalan de tal manera que aunque supuestamente las eliminemos del almacén de cookies, siguen estando metidas en el equipo.
Las cookies zombies no solo pueden colocarse un solo lugar del almacenamiento local, pueden hacerlo en varios distintos. Basta no borrar una de ellas, para que todas vuelvan a la vida una vez más.
Formas de protegerse de las super cookies
Por suerte, estas super cookies solo funcionan en páginas y sitios online no seguros (http), así que siempre que visitéis páginas https, estáis a salvo de que estas super cookies os rastreen.
Otras formas de protegernos de estas cookies, sería emplear antivirus que incorporan este tipo de protección contras las cookies de terceros y las cookies de seguimiento. También podríamos recurrir a una VPN para encriptar nuestra conexión y navegación.