El metaverso es un entorno donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares. Lo hacen a través de un soporte lógico en un ciberespacio, el que actúa como una metáfora del mundo real, pero sin las limitaciones.
Características del metaverso
- Interactividad. El usuario es capaz de comunicarse con el resto de usuarios. Esto implica además, que sus comportamientos pueden influir sobre objetos u otros usuarios.
- Corporeidad. El entorno está sometido a ciertas leyes de la física, y tiene recursos limitados.
- Persistencia. El sistema sigue funcionando y no se para, aunque no estén los usuarios conectados al metaverso. Además, las posiciones en las que se encontraban los usuarios al cerrar sus sesiones se guardan.
Algunos posibles usos
- Prácticas en laboratorio: experiencias inmersivas que permiten con mucha mayor seguridad realizar experimentos de propósitos múltiples.
- Eventos: acudir a exposiciones, cursos o jornadas a través de experiencias inmersivas.
- Visitas a museos o empresas con los recorridos mediante información audiovisual.
- Aprendizaje experimental: contenidos más atractivos.
Metaverso desafía nuestra privacidad
Se puede decir que el objetivo actual de la privacidad está centrado en regular todo aquello referente al mundo de la web. Pero con la llegada del metaverso se añade una dimensión más compleja al desafío. Los usuarios tendrán la opción de utilizarán diversas tecnologías para interactuar con el metaverso. Los procesos de recopilación, almacenamiento y utilización de datos a través de estos dispositivos aún no se han investigado ni documentado por completo. Además, el primer objetivo será preservar el anonimato del usuario.
Como hemos podido comprobar, hay todavía muchas dudas sobre el impacto que el uso generalizado de los dispositivos inteligentes pudiera conllevar en un futuro cercano. Sin embargo, no cabe duda es que nuestra privacidad se va viendo cada vez más limitada a consecuencia de la implementación tan extendida de todos estos nuevos dispositivos inteligentes.