Para muchas empresas el teletrabajo ha empujado a adoptar medidas especiales para que sus trabajadores pudieran seguir desarrollando sus funciones desde casa. El mayor reto es permitir el acceso a la información de empresa con el menor riesgo e inversión posibles. Para ello, la solución más eficaz y comúnmente adoptada sería la implementación de redes privadas virtuales (VPN, del inglés Virtual Private Network). Se llama así porque es una red privada (virtualmente hablando) en un canal público (Internet).
Qué es una VPN
Una VPN es una red de transmisión de la información sensible, de forma encapsulada y cifrada para evitar que sea vista y utilizada por terceros.
Ventajas de una VPN
Si optamos por el uso de VPN de terceros, tenemos ciertas ventajas:
- el despliegue,
- configuración y seguridad son mantenidos por el proveedor.
Esto facilita a la empresa comenzar con su actividad en el menor tiempo posible, olvidándose del coste y configuración de los equipos necesarios.
VPN y privacidad
Sin embargo, dependerán del nivel que el proveedor haya implementado:
- la gestión de la red,
- la seguridad,
- la velocidad,
- la privacidad.
Conviene recordar también que en la contratación de servicios de terceros, se considera una práctica recomendable firmar un acuerdo de confidencialidad y de nivel de servicios o SLA (Service Level Agreement) con el proveedor de los mismos, para poder disponer de unas garantías por escrito.
Recomendaciones en su uso
Cabe destacar que emplear un túnel privado o VPN para transmitir información tiene una serie de ventajas frente a hacerlo directamente a través de Internet:
- Autenticación verificada.
- Integridad de los datos.
- Confidencialidad.
- Uso de la red interna empresarial.
- Permiten el uso de redes abiertas con seguridad, por ejemplo, en el aeropuerto o en una cafetería.
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