La mala fe es la convicción de una persona de adquirir el dominio, posesión, mera tenencia o ventaja sobre una cosa o un derecho de manera ilícita, fraudulenta, clandestina o violenta.
Definición
La mala fe busca aprovecharse de una situación determinada sin el afán de causar daño a otra persona, solo persigue sacar ventaja o provecho para sí mismo.
La buena fe
La buena fe es la cara opuesta de la moneda, es cuando una persona actúa conforme a los deberes de conducta establecidos en un ordenamiento jurídico. La buena fe es la convicción de adquirir un derecho por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Tipos
Los principales tipos de se dan:
- En la posesión: Saber que lo recibido no ha sido del verdadero dueño, o que lo recibido en herencia no ha sido otorgado por el fallecido.
- En la edificación: Construir en propiedad ajena conociendo dicha circunstancia.
- Mala fe procesal: Retrasar o dilatar un proceso judicial a sabiendas, para tener mejor oportunidad en el mismo. Este tipo tiene consecuencias jurídicas como la imposición de las tasas judiciales.
- En los contratos: Contratar a sabiendas del defecto formal de que adolece solo con intención de reclamar posteriormente.
Diferencia entre la mala fe y dolo
La mala fe significa aprovecharse de una situación determinada sin el afán de causar daño a otra persona. Persigue sacar ventaja o provecho para sí mismo. En cambio, el dolo es una actuación que busca causar un daño a otra persona y se realiza queriendo realizar este daño.
Efectos
Uno de los efectos más importantes es el principio, según el cual nadie puede aprovecharse de su propio dolo o mala fe. De este modo, nadie que esté puede invocar en juicio como acción o excepción esta condición para obtener un beneficio con ella. Además, hay que tener en cuenta la sanción específica que en cada caso la norma se encarga de establecer.