Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, Big Data, robots, ciberseguridad… A estas alturas, nadie está dudando de los avances que la tecnología ha traído a nuestra sociedad. Pero, al mismo tiempo, ha generado cambios que presentan importantes retos. Nuestra forma de consumo ya apenas parece a la de hace unas décadas. Se ha revolucionado nuestra forma de ser, de comunicación y nuestra vida digital es cada vez más latente en la sociedad.
Nueva ética digital
La transformación digital nos traerá muchos peligros, oportunidades y dilemas. La mayoría de los expertos coinciden: con una nueva ética de Internet que establezca las bases para la convivencia y asegure los derechos de los ciudadanos digitales.
Qué es ética digital
Desde un punto de vista actual y global se entiende por ética digital el código social necesario para solucionar los problemas que el uso masivo de Internet está ocasionando. Nos referimos a:
- La privacidad de nuestros datos personales,
- El derecho de propiedad intelectual,
- Los ataques a la seguridad,
- Los límites de la libertad de expresión,
- La regulación de las grandes corporaciones,
- La conducta en las redes sociales,
- La desconexión laboral,
- etc.
Claves para el ciudadano digital responsable
Unas de las claves de ética responsable serían:
- verificar información antes de compartirla para no difundir más fake news,
- respetar diversidad de las opiniones,
- utilizar las herramientas digitales de manera responsable,
- comprender que nuestro comportamiento en redes sociales tiene el impacto sobre los demás,
- no realizar ni promover los comentarios agresivos.
En esa necesidad colectiva de afrontar los nuevos retos, las organizaciones también tienen mucho que decir y ofrecer. Estaría bien que las empresas estuvieran dando cuenta de esa responsabilidad y estuvieran haciendo de la ética una función central. La clave es el respeto a la privacidad de los ciudadanos manejando sus datos de forma responsable, segura y transparente, para empezar.